Cuando
se toma la decisión de ir a vivir a otro país viene con el una carga de
sentimientos. No por esto quiero decir que para todas las personas sea así,
pero para la mayoría un poco o mucho de estos sentimientos salen a flote.
Cuando
llegue a Mozambique llegue no porque yo soñara vivir en África o porque fuera
un lugar a donde yo quería migrar, vine aquí porque mi esposo aquí tenia su
trabajo y aquí nos tocaría vivir. Por cuanto tiempo todavía no lo se al
principio serían solo dos años pero ya son ocho años y seguimos aquí.
Cuando
acababa de llegar a Mozambique todo parecía irreal me sentía en unas lindas
vacaciones por África, no me caía el veinte
de que este era mi nuevo hogar. Uno de esos sentimientos que tendría
guardado en esa mochila saldría. Primero fue la nostalgia de la cercanía de mis
padres, soy hija única y tengo una relación muy estrecha con ellos. Así que les
puedo decir que hasta la fecha esa nostalgia de no tenerlos cerca es muy difícil
es algo que se aprende a sobrellevar pero no se puede uno deshacer de ese
sentimiento. También aquí incluyo la nostalgia por México, su comida, cultura, música
porque hasta el mariachi y la cumbia se escucha diferente por acá, en ocasiones
esa música te trae recuerdos y hace llegar a la nostalgia otra vez. Y que les
digo de la comida, extraño los tacos como no tienen una idea, el pozole y
gorditas. Acá conseguir comida mexicana es súper difícil, y lo era mas al principio
ya que desde hace 2 años atrás gracias a Dios ya están llegando algunos productos
mexicanos y como la comida mexicana se esta volviendo fashion pues se puede llegar
a encontrar un poquito más de productos. Otra de esas cargas sentimentales es
la de la Amistad, que aunque las personas son muy amables en Mozambique no son
muy abiertas a que uno entre a su grupo de amigos, la mayoría de amigos que he
tenido son extranjeros que como nosotros viven aquí y con esto llega un gran
problema pues como extranjeros tarde o temprano se irán y tendrás que decir adiós
a esa bonita amistad, no significa que ya no sigas en contacto con ellos, pero
en el día a día vuelves a quedar solo en busca de otras nuevas amistades y
rezando que estas como tu se queden por mas tiempo. Mi esposo creció impuesto a
que tenía que decir adiós con facilidad a sus amigos ya que estos tarde o
temprano se regresaban o se iban a otro país, en otras palabras el aprendió a vivir en el mundo de los diplomáticos y expatriados, así que el no lo siente tan difícil,
en cambio yo que crecí conociendo a mis amigos desde pequeña y literalmente
crecer con ellos pues el decir adiós a alguien me cuesta mucho trabajo. Los
amigos aquí se vuelven tu familia porque tanto ellos como tu no tienen a nadie
viviendo por acá así que ellos son los que tendrán ese apoyo con los que te
juntas los fines de semana a comer y pasar un rato.
No creo
ser la única que lleve estos sentimientos encontrados, porque no se me tome a
mal, Mozambique es hermoso su gente y su cultura gracias a Dios ya lo veo como mi hogar, en una de las veces que llegue al aeropuerto después de unas vacaciones en Mexico y dije haay gracias a Dios ya estoy en casa, me sorprendí que le llame casa a Mozambique pero es la verdad porque si ahora este es mi hogar no se por cuanto tiempo pero en estos momentos lo es.
Todos
tenemos nuestros días buenos y nuestros días malos, solo tenemos que
aprender a vivir con los sentimientos e intentar que estos aunque estén ahí
presentes no controlen nuestras vidas. Estoy segura que muchos se van a
identificar conmigo así vivan en otros países o otros continentes. Porque a
veces la gente dice pero vives en Londres como vas a tener nostalgia, o vives
en Paris como puedes extrañar tal cosa, o vives en África en donde tienes
tanta naturaleza a tu alcance, pero al final en cualquier parte del mundo en la que
vivas nunca será como estar en tu país.
Qué lindo amiga! Me emocioné.... Besitos.
ResponderEliminargracias amiga, creo que todos de una o otra manera pasamos por los mismos sentimientos cuando vivimos fuera de nuestros países de origen, besitos
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